Desde el siglo XVI las relaciones de sucesos fueron constituyéndose como un género fronterizo, (informativo y literario) que evolucionó al tiempo que aumentaba la curiosidad del público receptor hasta dar lugar a mediados del siglo XVII al nacimiento de la prensa periódica. Basándonos en una obra que se publica anónima en las prensas compostelanas a principios del siglo XVIII, intentamos desentrañar el motivo que dio origen al texto y el itinerario que este sigue, desde su primera edición en Santiago en 1716, una posterior edición en Madrid en 1719 y la copia que hace un peregrino italiano que lleva la noticia a Roma y que se publica en Bolonia ese mismo año. A esto siguen una serie de interesantes traducciones que nos llevan a reflexionar sobre la curiosa historia editorial de este pequeño librito de cordel salido de una imprenta compostelana y su gran alcance, quizás estimulado por una planificada estrategia de captación de devotos.