Eduardo Pellejero
Situándola en la línea que va del rapto místico al éxtasis erótico, Bataille postula la literatura como movimiento irreductible a los fines de la sociedad utilitaria. El espíritu de la literatura –lo quiera el escritor o no–está siempre del ladodel derroche, de la ausencia de meta definida, de la pasión que corroe sin otro fin que corroer. Esa caracterización, que la emparenta con la locura y con la muerte, tiene implicaciones inmediatas para la literatura. Procurando esclarecer esa incompatibilidad entre el mundo de la acción eficaz y de la escritura, buscaremos reconstruir críticamente los principios de la liviana insubordinación que –según Bataille–rige la experiencia literaria.