Como en un juego de espejos, Roa Bastos enfrenta, en cada texto, las imágenes propias de una cultura, continuándolas en un retorno constante. Una escritura que no tiene fin, y que en sus continuos reflejos transforma la imagen, simulando el funcionamiento del mito, restaurando y reinventando la Historia como memoria sagrada. Hijo de Hombre es el relato inaugural, en el que se forjan las identidades y espacios que se recorrerán �y transformarán- en el complejo sistema roabastiano. Como microcosmos de ese universo, Hijo de Hombre engendrará reflejos que se proyectan y continúan hacia adentro -el texto mismo- como hacia los demás componentes del sistema.