En Bolivia, la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE) aprobada por Referendum en febrero de 2009 no sólo transforma el Estado, las instituciones, rediseñando la organización política, social, económica y cultural del país impuesta en el momento de la Independencia de Bolivia (1825), sino reconfigura el territorio de tal forma que cuestiona, radicalmente, el papel de cada uno de los socios territoriales (Estado, región, departamento, provincia, municipalidad). Esta recomposición de los espacios y de los poderes no se puede realizar en el marco de los antiguos sistemas jerárquicos donde podía el poder central organizar los territorios en un sistema « descendiente ». Hoy día, Bolivia está inventando nuevos modos de gestión que implican un número mucho más importante de actores, a diferentes niveles territoriales con un método sustentado en la participación de los actores.
Finalmente, este nuevo modelo no implica una reducción de los conflitos ni de las tensiones sino que obliga a buscar modos innovadores de regulación, o sea nuevas modalidades de gobernanza en un marco democrático.
In Bolivia, the New Political Constitution of the State (Nueva Constitución Política del Estado, or NCPE), which was adopted by referendum in February 2009, led to a thorough review of the economic, political, social and cultural fabric imposed on the country after the Bolivian independence in 1825 ; not only does this complete overhaul transform the State and its institutions but it also reconfigures the territory in a way that challenges the role of every territorial partner (whether National, regional, departemental, provincial or municipal). This reorganisation of power and space would be impossible within the framework of the former system, where the central authority could manage the territories through a top-down hierarchy.
Today, Bolivia is in the process of inventing new forms of governance which involve a far greater number of actors at various territorial scales and the full involvement of the different actors. But in the end, this new model is not without conflicts and tensions, which have forced Bolivians to find new regulatory methods ; in other words, new modes of democratic governance.