El estudio del modo en el que Francisco Ayala vivió y pensó el exilio es un buen ejercicio para comprender los perfiles de su personalidad intelectual. Aunque vivió una situación biográfica muy difícil, en sus escritos y en su comportamiento huyó del patetismo y de la retórica sentimental. Ayala prefirió abrir los ojos, analizar la situación y asumir una integración completa en América. Esta postura estuvo motivada por su desconfianza en las identidades, por su cuestionamiento de las esencias naturales y por su comprensión de las coyunturas históricas que definen un proyecto social. Esta lógica le permitió no sólo conducir sus experiencias en Argentina y Estados Unidos, sino reintegrarse con normalidad en la vida española al final de la dictadura. El artículo analiza desde esta perspectiva algunos ensayos de Francisco Ayala y su relación con las creaciones literarias.