La colonización del Río de la Plata fue una de las más arduas del Nuevo Mundo. Si bien la persistencia de los colonos rioplatenses se puede atribuir en parte a la ambición, un factor hasta ahora desconsiderado que se debe tener en cuenta es la escritura. Los textos que narran las calamidades de la empresa las colocan en el marco de la fortuna, la Providencia o la confianza en las instituciones imperiales de tal manera que, en última instancia, quedan inscritas bajo el signo de la esperanza. El carácter alentador de estos relatos se puede entender a partir de investigaciones recientes en el campo de la sicología. Numerosos estudios clínicos han demostrado consistentemente que la narración por escrito de las experiencias negativas tiene el poder de mitigar su impacto físico y mental. Por su valor terapéutico, el acto mismo de escribir contribuyó importantemente a la sobrevivencia de la colonia rioplatense. Por otro lado, los mismos estudios encuentran que el hecho de narrar una vivencia transforma su recuerdo, confirmando que inclusive el carácter testimonial no garantiza la veracidad de los textos que cuentan la exploración y la conquista del Nuevo Mundo.