El Doctrinal de príncipes y la Valeriana son dos obras de mosén Diego de Valera que destacan por su didactismo. Dedicadas respectivamente al rey Fernando y a la reina Isabel, fueron escritas por Valera en la última etapa de su vida, cuando él mismo encarnaba la figura del sabio anciano. Ambas contienen una serie de historias ejemplares de las que el autor extrae modelos, tanto positivos como negativos, con los que muestra a sus reyes cómo debe ser el comportamiento de un buen gobernante.