El artículo analiza Riesgo y ventura del duque de Osuna (1930) de Antonio Marichalar, biografía de Mariano Téllez-Girón, uno de los grandes títulos de la renovación del género biográfico auspiciada por Lytton Strachey, para el ámbito europeo, y por Ortega y Gasset, para el español, durante el período de entreguerras. Su principal aportación consiste en señalar la vocación 'vacía' del aristócrata, miembro del estamento de los bellatores en los tiempos burgueses del s. XIX. De ahí los diferentes disfraces con que se oculta y define el personaje: endógenos, como el de dandi romántico, y exógenos o retóricos, como los que le otorga el autor, a saber, corcel desbocado, barco sin rumbo o incendiario, pues conduce el inmenso patrimonio familiar a la bancarrota. La sutileza del instrumento literario que Marichalar termina por mostrar nos lleva a reflexionar sobre la propia vocación del escritor a punto de abandonar la literatura para dedicarse definitivamente a la historia.