Stephen Henighan
Este artículo sostiene que el compromiso del revolucionario hispanoamericano tradicional con la violencia insurgente surgió de una inmersión en la historia, dentro de una cultura del libro. Empezando con el discurso de Fidel Castro, 'La historia me absolverá', el ensayo estudia cómo la manera de definirse frente a la historia de los revolucionarios de los años 1960 promovió un ideal de auto-sacrificio. La revolución nicaragüense de los 1980 se sirvió de estos ideales de disciplina y martirio para promover una política más nacionalista. A causa de los acontecimientos de principios de los años 1990 se hizo humo el martirio como ideal. El artículo concluye con un análisis de la tentativa del Subcomandante Marcos de los Zapatistas, de reinventar el personaje del guerrillero heróico dentro de una cultura menos jerárquica donde prevalece lo visual. Se encuentra en la ideología de Marcos un acercamiento mucho más marcado al liberalismo occidental.