Miguel Romero Esteo apuesta por una revisión paródica del canon y el desvío de los códigos teatrales no comprometidos con políticas de integración y de respeto a la dignidad de la persona. Sa acusado presencia en su obra dominio de lo carnavalesco denuncia un marco represivo. Es de destacar el dominio del imaginario guiñolesco en su pieza Fiestas gordas del vino y el tocino.