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En su novela, Amor de tango (1992), Maria Xosé Queizán encuadra la II República y la guerra civil española dentro de una perspectiva original que se puede considerar feminista en tanto en cuanto la novela destaca la violencia masculina y la lucha de mujeres para librarse en una sociedad patriarcal. El primer objectivo de este artículo consiste en explicar la perspectiva feminista de Queizán en relación con el nacionalismo gallego. Al contrario de muchos e muchas nacionalistas gallegos que ofrecen una lealtad ciega a su legado cultural, Maria Xosé Queizán revela sin concesiones los elementos reaccionarios que este legado contiene y propone un nuevo canon nacionalista con una nueva ideología y praxis. En el análisis de la novela se estudian las diferentes estrategias del proyecto pedagógico feminista que ofrece un modelo heurístico a través del cual los lectores pueden adquerir una nueva concepción ideológica tanto para rearticular la memoria de la guerra civil como para reconfigurar la identidad gallega. Se exploran también las maneras en que la novela demuestra la necesidad de la memoria para vivir. La protagonista de la novela, Margot, se convierte en un modelo gracias a su determinación para recordar las tragedias pasadas causadas por el fascismo, y sus memorias no le hacen daño sino que la fortalecen al tiempo que ponen su vida en perspectiva. Recordar para Margot se retrata no sólo como una vía para mantener su salud mental sino incluso, implícitamente, como una fuerza para vencer al fascismo en el presente.
