Lope de Vega se preciaba de haber alabado a todos los poetas y pintores de su momento y aunque esa afirmación es en gran parte cierta, el Fénix nunca alaba ni menciona a grandes pintores a los que debió de conocer por fuerza. Este trabajo estudia la relación entre Lope y uno de esos pintores, El Greco, en base a la comparación entre un soneto de las Rimas sacras (1614) y un famoso lienzo de El Greco, aprovechando este doble análisis para sugerir los intereses comunes que albergaban el escritor madrileño y el pintor cretense.