Campos de Castilla (1907-1917) representa la culminación de la poesía de Antonio Machado, no sólo por el alto nivel estilístico sino también por la aparición de una gran variedad de temas sociales y amorosos en torno a la presencia de las tierras españolas. Además de sus poemas de amor a la mujer fallecida, había escrito también algunos elogios. En estos elogios el poeta pretende imitar (y en algunos casos, criticar) la obra del compañero honrado. Un caso, publicado por primera vez en 1903 y titulado �A Juan Ramón Jiménez,� demuestra claramente esta tendencia. La forma y el significado reflejan la técnica poética de Juan Ramón en colecciones de su fase simbolista / modernista como Arias tristes (1903) y Jardines lejanos (1904). Habrá que destacar que la crítica implícita que hace Machado sobre la ideología presente en ésta y la revelación del proceso evolutivo en la poesía de aquellos años.