En este artículo se muestran dos modos en que la narrativa policiaca moldea dos novelas de Luis Mateo Díez. En su primera novela Las estaciones provinciales (1982) el contexto social es un claro objeto de la mimesis narrativa y el enigma que caracteriza la narración detectivesca se constituye en su estructura. En la segunda época en la narrativa del autor, en Fantasmas del invierno (2004), el detective se aproxima al modelo de la novela negra es el medio en que se muestra una subjetividad, especialmente su reflexión y sentimientos en un relato en que reaparece el modo confesional.