En el ámbito de la historia del pensamiento político, la historia del concepto, ayudada por la filología, se ha mostrado como un instrumento útil para corregir los anacronismos derivados de la historia de las ideas. Reinhard Koselleck, en el terreno de la teoría alemana, y Quentin Skinner y John Pocock en la Escuela de Cambridge han desarrollado, desde distintos presupuestos, una precisa metodología de investigación de los conceptos y discursos históricos. Este artículo repasa críticamente sus rasgos fundamentales, sus puntos comunes y diferencias. Finalmente se pregunta por su aplicación a la investigación literaria y sugiere algunas pautas concretas para hacerla efectiva.