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Partiendo de los contactos que Octavio Paz (1914-1998) tuvo con Albert Camus y el existencialismo en el París de los años cuarenta, proponemos una nueva lectura de la descripción del pachuco que abre El laberinto de la soledad. Aventuramos la hipótesis según la cual el perfil del pachuco no debe leerse como un retrato autónomo y descriptivo que intenta reflejar la realidad, sino que debe entenderse dentro de su contexto filosófico, como un ejemplo de la influencia que el existencialismo francés produjo en Paz. Esta dimensión filosófica del retrato sirve como punto de partida para releer la descripción como una alusión a una actitud subversiva, de rebeldía, sobre cuya base se (re)construye una nueva identidad mexicana.
