El jesuita mallorquín Ramón Diosdado Caballero (1740-1829) se convirtió en uno de los más apasionados defensores de España, de su pasado histórico, y en concreto, del régimen colonial español. Una gran parte de su obra escrita se centró en la elaboración de un discurso ideológico fuertemente caracterizado por un afán constante de glorificación y un ferviente catolicismo. A su vez, se acompañó de un marcado conservadurismo que tuvo como principal enemigo a Bartolomé de Las Casas. El caso de Diosdado Caballero, parangonable a algunos de sus compañeros ignacianos, nos ayuda a aproximarnos al complejo proceso de construcción de memoria e identidad en clave nacional operado en la segunda mitad del XVIII y principios del XIX en el cual Las Casas fue un personaje fundamental.