Niria E. Leyva-Gutiérrez
El día 25 de abril de 1631, el arcángel San Miguel se le apareció al indio Diego Lázaro en la aldea de San Bernabé en Puebla de los Ángeles. Esta aparición, el templo construido en honor a San Miguel, y la promoción del culto del arcángel por el episcopado poblano cementaron por siempre el vínculo entre el santo y la ciudad. Lo que pudo haber quedado como obscuro y provincial evento en la historia de una pequeña aldea indígena se convirtió en un acontecimiento crucial para el desarrollo de la pintura novohispana. Curiosamente, mientras la aparición ocurrió dentro de la jurisdicción poblana, fue en Ciudad México donde la utilización de la imagen de San Miguel alcanzó un nivel espectacular. De los seis grandes lienzos pintados a finales del siglo diecisiete para la sacristía de la catedral capitalina, cuatro cuentan con la imagen del arcángel. Además, a pesar de la conocida historia de la aparición en Puebla, no se hace referencia a esta en los lienzos en la sacristía. Este ensayo propone que el motivo de la transformación de la imagen de San Miguel en Ciudad México, una representación que ignoraba la aparición del arcángel en Puebla, era político. La decoración de la sacristía en la Catedral de Ciudad México le ofrecía una oportunidad al cabildo de este para elevar su propio prestigio episcopal, documentar visualmente su conexión con el arcángel y retar así el control que Puebla ejercía sobre el culto del santo. Este ensayo explica por qué y cómo las tensiones entre estas dos ciudades rivales lograron crear una rica tradición de imágenes de San Miguel en Nueva España.
On 25 April 1631, Saint Michael the Archangel appeared to the Indian Diego Lázaro in the town of San Bernabé in Puebla de los Ángeles. This apparition, the sanctuary built in honour of Saint Michael, and the promotion of his cult by Puebla�s episcopacy cemented a connection between the saint and the city. What might have been an obscure occurrence in a tiny Indian town became a crucial event for the development of New Spanish painting. Curiously, while the apparition took place within Puebla�s jurisdiction, it was in Mexico City that the most spectacular Saint Michael imagery was created. Of the six large-scale canvases created at the end of the seventeenth century for the cathedral�s sacristy, four include the image of the archangel, but without reference to Puebla. Conceived in a spirit of competition with Puebla, the decoration of Mexico City�s sacristy offered the chapter an opportunity to elevate its status and document its own connection to the archangel. This paper explains how the tensions between the two rival cities helped create such a rich visual tradition of Saint Michael in New Spain.