Tanto en el Sermón de Aljubarrota como en su colaboración en el Liber facetiarum, Diego Hurtado de Mendoza recurre a un vocabulario y usos elocutivos; temas y situaciones; personajes —ciego pedigüeño, clérigo deshonesto, escudero pobre, buldero embaucador, conversos, etc.— y personalidades concretas —conde Arcos, Carlos V y Francisco I, duque de Escalona y Maqueda, etc.—; ideología e ironías, que se reencuentran en La vida del Lazarillo de Tormes.
Both in the Sermon of Aljubarrota as in his collaboration in the Liber facietarum, Diego Hurtado de Mendoza resorts to a vocabulary and expressive uses, topics and situations, characters (a begging blind man, a dishonest cleric, a poor squire, a deceitful «buldero», converts, etc.) and specific personalities (Count Arcos, Carlos V and Francisco I, Duke of Escalona and Maqueda, etc.), ideology and ironies, which we can also find in La vida del Lazarillo de Tormes.