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María de los Angeles González Briz
“La Gitanilla”, “La ilustre fregona, Las dos doncellas” y “La fuerza de la sangre” problematizan, por un lado, la relación entre nobleza de sangre y virtud natural; por otro, la legitimación de la honra femenina y la defensa de su restauración en caso de mancilla. Las muchachas despliegan ricas estrategias –silencios, encubrimientos, travesías, engaños y disfraces- para compensar el despojo que ha dado lugar a la aventura, poniendo en juego una identidad que debe ser restaurada. El camino hacia la boda puede leerse como un simbolismo universal, como el sorteo de una serie de pruebas que implican control sobre las pasiones, de modo de alcanzar el dominio de sí y representar el doloroso tránsito de la juventud a la madurez. En este sentido, las novelas podrían ser ejemplares en tanto metáforas del recorrido que toda persona debe hacer para llegar a ser quien es, como en los cuentos de hadas. Alcanzar estado matrimonial es premio y signo de la maduración, fin de la etapa de búsqueda de la identidad y de las pruebas, superación del lugar del hijo (el lugar del riesgo, la libertad y la aventura) y aceptación del lugar de padre (el lugar de la responsabilidad). Al mismo tiempo que corona el señorío de sí, el proceso pone fin a la independencia femenina que se despliega en la soltería.
La Gitanilla”, “La ilustre fregona, Las dos doncellas” e “La fuerza de la sangre” problematizam, por um lado, a relação entre nobreza e virtude natural; por outro, a legitimação da honra feminina e a defesa de sua restauração em caso de mácula. As garotas lançam mão de ricas estratégias – silêncios, encobrimentos, travessias, enganos e disfarces – para compensar o despojo que deu lugar à aventura, pondo em jogo uma identidade que deve ser restaurada. O caminho até a boda pode se ler como um simbolismo universal, como o sorteio de uma série de provas que implicam o controle sobre as paixões, de modo a alcançar o domínio de si e representar o doloroso trânsito da juventude a maturidade. Neste sentido, as novelas poderiam ser exemplares enquanto metáfora do caminho percorrido que toda pessoa deve fazer para chegar a ser quem é, como nos contos de fadas. Alcançar estado matrimonial é prêmio e signo de maturidade, fim da etapa de busca da identidade e das provas, superação do lugar de filho (o lugar do risco, a liberdade e a aventura) e aceitação do lugar de pai (o lugar da responsabilidade). Ao mesmo tempo que coroa o senhorio de si, o processo põe fim à independência feminina que existe na solteirice.
