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Óscar Sendón
Resulta casi imposible separar el Discurso de mi vida (1630) del capitán Alonso de Contreras, sin duda alguna el arquetipo de las vidas o relaciones de soldados, del prólogo que José Ortega y Gasset escribió en 1943 para su edición en la Revista de Occidente. El ensayo orteguiano realiza un detallado repaso de las características del soldado español de la Primera Modernidad, al tiempo que reflexiona sobre la naturaleza del hombre de acción. Sesenta y cinco años después, un segundo prólogo escrito por Arturo Pérez-Reverte acompaña al de Ortega y Gasset en una nueva edición del texto. La deuda de Pérez-Reverte con Contreras es grande, ya que se inspira en esta figura para crear el que probablemente sea el personaje más popular de la literatura española actual: el capitán Alatriste. Este ensayo analiza los conceptos de acción y aventura como características definitorias del soldado durante la Monarquía Hispánica, vistos desde la perspectiva contemporánea de ambos escritores. Asimismo, pretende validar al propio Pérez-Reverte como heredero de dichas características a raíz de su experiencia vital y profesional como corresponsal de guerra, reflejada en su novela Territorio comanche (1994).
