Vicente Blasco Ibáñez le otorgó en sus obras un papel asombroso a la mujer. Si en sus primeros relatos los personajes femeninos sobresalían como víctimas de una dominación injusta, con el tiempo se convirtieron en criaturas fatales que empujaban a la tragedia a los hombres que cautivaban con su atractivo. Un análisis de los diversos tipos femeninos que recorren su narrativa breve pone de manifiesto la impresionante vocación irónica del autor, deja entrever cierto pensamiento misógino y refleja su preocupación ante el papel que debe desempeñar la mujer moderna. Concebida a veces desde posiciones ambivalentes, la imagen del sexo femenino ilustra la afinidad de Blasco Ibáñez con la estética naturalista, al mismo tiempo que nos permite profundizar en sus aspiraciones personales más íntimas.