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Geert Roskam
En este artículo, me ocupo de una breve pero compleja frase al final del primer capítulo de la obra de Plutarco Isis y Osiris. Dice Plutarco que «la felicidad incluso de la vida eterna, que Dios ha obtenido como su porción, consiste en el hecho de que las cosas que llegan a ser no fracasan por adelantado gracias al conocimiento» (351E). Esta oscura frase implica, en mi opinión, que el Dios providencial de Plutarco tiene un conocimiento de las contingencias particulares y que este conocimiento contribuye efectivamente a su bienaventuranza eterna sin que ello afecte a Su esencia.
In this article, I deal with a short but complex sentence at the end of the first chapter of Plutarch’s Isis and Osiris. Plutarch there says that «the happiness of even the eternal life, which God has obtained as his portion, consists in the fact that the things that come to be do not, through knowledge, fail in advance» (351E). This obscure phrase implies, so I argue, that Plutarch’s providential God has a knowledge of particular contingencies and that this knowledge indeed contributes to his eternal blessedness without affecting His essence.
