Al examinar la representación de los castigos en las obras de Cervantes, se busca recuperar la vergüenza como registro emocional de la experiencia en el Mediterráneo de la temprana Edad Moderna. El discurso inquisitorial de escarnio público en el enjaulamiento de don Quijote sugiere la necesidad de revaluar los «valores» de la sociedad mediterránea y de rehabilitar las historias locales que están marcadas todas por la sangre.