Desplazado indefinidamente a Barcelona por motivos de seguridad, entre finales de 1936 y mediados de 1937 Manuel Azaña toma parte en una serie de entrevistas en el municipio castellonense de Benicarló. Los encuentros que, en calidad de Presidente de la República, mantiene con hombres como Francisco Largo Caballero, Diego Martínez Barrio, y Lluís Companys le sirven de inspiración para escribir un texto unánimemente considerado su testamento político: La velada en Benicarló. Escrita en forma de diálogo dramático, esta obra presenta a un grupo de personajes de condición e ideología distintas intercambiando impresiones sobre el decurso de la Guerra Civil en una suerte de ejercicio de representatividad del espectro político del momento. La crítica ha celebrado este propósito y ha entendido el texto como un compendio de voces de la Segunda República a través del cual Azaña sería capaz de trascender su yo personal. Por el contrario, el presente artículo propone que la representatividad de la obra resulta parcial al ser esta incapaz de incorporar fielmente la voz de ciertas posiciones ideológicas ajenas al republicanismo liberal. La representación sesgada del socialismo patentiza los límites de la inclusividad de La velada y permite formular varias consideraciones acerca del proceder político de Azaña durante la Guerra Civil.
Provisionally residing in Barcelona due to safety concerns, between late 1936 and mid-1937 Manuel Azaña partakes in a series of interviews in the town of Benicarló. The meetings that he, as president of the Spanish Republic, holds with men like Francisco Largo Caballero, Diego Martínez Barrio, and Lluís Companys inspire him to write La velada en Benicarló [Vigil in Benicarló], a text unanimously considered his political last will and testament. A dramatic dialogue, this work attempts to recreate the political spectrum of the time as it presents several characters with diverse backgrounds and ideologies exchanging impressions on the Spanish Civil War. Numerous critics have praised Azaña’s intention and understood the text as a compendium of voices of the Second Republic by means of which the author transcends his personal beliefs on the matter at hand. In contrast, this article proposes that the representational capability of Vigil in Benicarló is in fact limited, for Azaña fails accurately to reproduce the speech of ideological parties alien to liberalism. The slanted representation of socialism exposes the text’s narrow inclusiveness and sheds light on Azaña’s political course of action during the Civil War.