Alicia María de Mingo Rodríguez
El modelo de comunidad que diseña Rousseau, ya a partir de sus Discursos de la década de 1750, exigía que la propuesta ilustrada de D´Alembert para que hubiese un teatro estable en Ginebra fuese rechazada por Rousseau, con multitud de variados argumentos, en su Carta a D´Alembert sobre los espectáculos (1758), de una extraordinaria densidad historiográfica. Es necesario, sin embargo, no desatender lo esencial de la crítica de Rousseau, que él mismo embrolla, y situar la crítica al teatro en un terreno sobre todo simbólico, en tanto representa el arte sistemático de la simulación, la falsedad y el vivir disipadamente las vidas de otros, lo que apartaría a la persona y a la comunidad de la honestidad y sinceridad (autenticidad) que son imprescindibles a la transparencia como conditio sine qua non de la comunidad.