Rocío Gordon
Las películas La ciénaga (2001) y La mujer sin cabeza (2008) de la cineasta argentina Lucrecia Martel reflejan una sociedad inmovilizada y decadente, cómplice de su propio declive. A través de una tensión constante, se ponen en relieve las grietas de mundos en los que predominan el detenimiento y el suspenso. El presente trabajo explora el uso de diferentes procedimientos de suspensión (como inacción, como “contra-suspense”, como carencia informativa en la trama, como recorte en el nivel del plano) y cómo a partir de ellos Martel expone una mirada que confronta su propio presente y, al hacerlo, abre un espacio para pensarlo críticamente