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City of Philadelphia, Estados Unidos
El discurso sobre el mundo rural fue uno de los instrumentos de propaganda y adoctrinamiento preferidos por el franquismo. El campo fue utilizado para, por un lado, ensalzar la pureza de sus tradiciones, y, al mismo tiempo, cantar las alabanzas de la ‘modernización’ que lo iba a sacar de su secular atraso. Este artículo investiga esta contradicción de dos formas diferentes: por un lado la rastrea en diferentes instituciones del régimen (NO-DO, Instituto de Colonización, Falange Española y su Sección Femenina). Por otro traza su genealogía histórica, señalando su filiación en la tradición burguesa moderna que al mismo tiempo idealiza y estigmatiza a los campesinos, considerándolos el ‘pueblo’ en el que se depositan las esencias nacionales, pero también los bárbaros a los que hay que civilizar.
The discourse on the rural world was one of the instruments of propaganda and indoctrination preferred by Franco’s dictatorship. The country was used to, firstly, praise the purity of its traditions, while, at the same time, propagandize the ‘modernization’ that was to end its secular backwardness. This article investigates this contradiction in two ways: firstly, by tracking it in different institutions of the regime (NO-DO, Institute of Colonization, Spanish Falange and its Women’s Section); secondly, by tracing its historical genealogy, that is: showing its pertinence to a modern bourgeois tradition which idealizes and at the same time stigmatizes peasants, considering them the ‘people’ at the core of the essence of the nation, but also some kind of barbarians who must be civilized.
