Al morir Paul Verlaine, a principios de 1896, Rubén Darío escribió el famoso “Responso” incluido después en su libro Prosas profanas y otros poemas. Con la intención de expresar sus deseos de paz para el cuerpo y el espíritu del admirado poeta fallecido, Darío elaboró una de sus creaciones más complejas, conjugando las referencias a la cultura grecolatina con las imágenes en las que él mismo había plasmado su visión de los escritores y artistas decadentes o malditos, los “raros” que por entonces ejercían sobre él una atracción irresistible y atormentada a la vez.
When Paul Verlaine died in the beginning of 1896, Rubén Darío wrote his famous “Responso” later included in his book Prosas profanas y otros poemas. Written with the intention of expressing his appreciation for the body and soul of the late and admired poet, Darío drafted one of his most complex pieces. In this work, he merges references to Graeco-Latin culture with images in which he had forged his visions of decadent and accursed writers and artists. The latter were those “weird” who, by then, were attracting him in irresistible and stormy ways.