Analizando las conversaciones que el poeta Fernando Millán, entrevistado por Chema de Francisco en agosto de 1997, publicó bajo el título Vanguardias y vanguardismos ante el siglo XXI, y comparándolas con la producción del autor en los años 70, así como con la de otros contemporáneos adscritos a la experimentación, intentaremos mostrar que la noción de vanguardia sigue manteniendo su fertilidad creadora. Aunque estas conversaciones no pueden considerarse como un ante-texto, suministran sin embargo un material que prueba que la vanguardia no dijo la última palabra para comprender la dinámica del arte. Al contrario, reactiva, revisita e incluso produce formas nuevas marcadas por un grado de creatividad que rechaza todos los academicismos.
By analyzing the interviews that the poet Fernando Millán, speaking with Chema de Francisco in August 1997, published under the title Vanguardias y vanguardismos ante el siglo XXI, and by comparing them with the author’s production in the 1970s, as well as that of a few of his contemporaries tempted into the experiment, we propose to show that the notion of vanguardism still constitutes a creative force. Although these conversations cannot be considered a foretext properly speaking, they offer a material which proves that vanguardism still has a lot to contribute to the understanding of artistic dynamic. More, it reactivates, or revisits, and even produces new forms characterized by a degree of creativity which refutes any academicism.