El presente trabajo analiza el intercambio epistolar entre Rosa Chacel (1898-1992), novelista exiliada en Río de Janeiro, y Ana María Moix (1947-2014), escritora en ciernes afincada en Barcelona. El análisis privilegia las vivencias personales y literarias de las dos autoras. A pesar de la diferencia de edad, la semejanza de algunas experiencias de vida y la misma concepción de la literatura poco a poco van transformando su relación en una amistad (se podria decir casi en una relación madre-hija muy especial) que las lleva a expresar sus más íntimos pensamientos, en relación sobre todo con la dificultad de afirmarse como mujeres que escriben.
This article analyses the correspondence between Rosa Chacel (1898-1992), novelist in exile in Rio de Janeiro, and Ana María Moix (1947-2014), young poet living in Barcelona, with a special focus on the personal and literary developments of the two artists. Despite the age difference, the similarity of some life experiences together with the artistic closeness slowly turned the relationship into a friendship (almost resembling a very special mother-daughter liaison), where the two express their deepest and until then most hidden beliefs, particularly with regard to their difficulties to be a woman writer.