Catherine C. Bellver
a vejez se considera, más que una edad dorada, una de decadencia, soledad y pérdida. Los estudiosos de varias disciplinas han dedicado cada vez más atención a los diferentes aspectos de la última fase de la vida, pero la crítica literaria apenas ha mostrado interés en este tema en la poesía española escrita por mujeres. Un análisis de lo que se puede llamar la primera generación de poetas femeninas en España revela notables reflexiones sobre la vejez y la muerte a la vez que cierto estoicismo o serenidad que surgen de una habilidad de desviar su enfoque de lo material hacia algo más espiritual. La voz poética en la poesía de Concha Méndez, Ernestina de Champourcin, Carmen Conde y Josefina de la Torre encuentra varios antídotos con que contrarrestar el dolor de la vejez, pero todas coinciden en mantenerse fieles a sus particulares posturas existenciales.
Old age is seen less as golden years than as a gloomy time of physical decline, loneliness, and loss. Scholars in a wide range of fields have been devoting increasingly more attention to different aspects of this last phase of life, but in literary criticism scant interest has been shown in exploring this theme in the poetry written by Spanish women. An analysis of what might be called the first generation of Spanish women poets uncovers noteworthy reflections on old age and death while revealing as well a stoicism or serenity that stems from the ability of their poetic speakers to divert their focus from material to spiritual or artistic concerns. The poetic personae of Concha Méndez, Ernestina de Champourcin, Carmen Conde, and Josefina de la Torre find varying types of antidotes for the pain of ageing, but they coincide in preserving their own particular existential postures.