México
Este artículo aborda tres figuras clave de la edad de oro del cine mexicano: la rumbera cubana Ninón Sevilla y los artistas plásticos valencianos Joseph y Juanino Renau. Planteo que sus carteles de películas protagonizadas por Sevilla, a través del imaginario del trópico y el cabaret, ampliaron las representaciones de los sujetos y las geografías promovidas en el marco del proyecto nacionalista. Su condición de exiliados españoles les permitió reconfigurar las imágenes de la época e incluir en sus diseños personajes, formas y situaciones poco comunes en el panorama de la mercadotecnia cinematográfica en México. Me concentro en el análisis de cuatro obras, dos de Juanino: Coqueta (Fernando A. Rivero 1949) y Perdida (Rivero 1950); y dos de Josep: Mujeres sacrificadas (Alberto Gout 1952) y Mulata (Gilberto Martínez Solares 1954). Antes, repaso la relación entre el cine industrial de la época dorada, los carteles cinematográficos y las aportaciones gráficas de los hermanos Renau.