Junto con Puer 4 annorum y Puer 5 annorum que lo preceden, Senex caecus, el cuarto de los cinco enxemplos que en la parte final del Sendebar el príncipe ofrece a su padre el rey y a la corte, constituye una mini-serie dedicada a la sabiduría, enfocada de manera significativa en el topos del puer-senex. Con el cuento, que para la articulación estructural y el desarrollo de la trama, puesta al servicio de un alcance didáctico amplio («Señor, non te di este enxenplo sinon por que sepas las artes del mundo»), se configura como uno de los más complejos de la colección, el Infante aborda el tema de la revelación del engaño en virtud del sabio consejero y del buen consejo, demostrando una capacidad de argumentación y una posesión de un saber superiores, no solo respecto a la madrastra calumniosa y a los «privados», sino también al mismo Alcos, el saber que es, justamente, apropiado a un rey.