El estudio de las actitudes lingüísticas a la comarca del Matarranya (Teruel) y de los índices que obtenemos por medio de una encuesta sociolingüística –fidelidad y orgullo lingüísticos; y presión social subjetiva– manifiestan que el catalán y el español conviven en una profunda situación de diglosia. Además; el análisis de determinados factores sociales (edad; sexo y estrato social) nos lleva a confirmar incluso un preocupante estatismo en esta situación y unas actitudes no favorables hacia el catalán en cualesquiera subgrupos de la muestra.