Maria Carme Figuerola Cabrol
Los dramáticos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial privaron de la presencia materna a Élisabeth Gille. Esa niña a quien le fue imposible dar sepultura a su madre se pone en su piel en Le Mirador.
En un proceso memorial el relato narra la infancia de la propia hija, sus experiencias durante la guerra y la posguerra, a la vez que esboza el recorrido vital de esa madre casi desconocida adoptando distintos mecanismos narrativos para cada una. Los singulares pasajes referidos a Gille constituyen un eco de la existencia de Némirovsky. El objetivo de este análisis consiste en observar cómo una escritora da voz a la otra para desvelar al lector sus experiencias y el sufrimiento de ambas ante la tragedia que las marcó con una huella indeleble.