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Ramón Almela Pérez 
La resistencia al cambio es una manifestación -errónea- del instinto de conservación; pero los materiales no flexibles son más sensibles a la quiebra que los flexibles. Es una realidad que los estudios lingüísticos venerables del pasado eran actuales, o sea, de "su" época. ¿Qué tenemos que hacer los lingüistas de hoy para no romper la tradición? Pues estudiar los nuevos lenguajes, entre los cuales se encuentra la aportación de Internet. Proponer calificaciones lingüísticas de algunas unidades de la llamada 'ciberhabla' (web, e-, .com, etc) es lo que trato de hacer en este trabajo.
