La comunicación por medio del lenguaje es incapaz de codificar las pensamientos que desea comunicar el hablante, es decir, todo enunciado verbal infra-determina los pensamientos del hablante. Sin duda, un gran porcentaje de la información está implícita en el enunciado pronunciado, filtrada por la codificación lingüística, y ha de recuperarse con la ayuda del contexto. Esta tarea inferencial se lleva a cabo con independencia del canal de comunicación elegido, y la comunicación en el chat no es una excepción. Sin embargo, en el chat tiene lugar un segundo filtrado informativo: el de las pistas contextuales no verbales (vocal/visuales) que son esenciales para la correcta atribución de las actitudes y los sentimientos que acompañan al discurso oral. El gran reto del internauta reside, más que en la recuperación del material proposicional (primer filtro), en la codificación e identificación de esa información no proposicional (segundo filtro) que resulta esencial para poder comprender los enunciados correctamente.