Ya Hermann Paul (1897:692) destacaba como una de las tareas importantes de la descripción morfológica; el ordenamiento de los diversos procesos por su función; y no sólo -como se había venido haciendo predominantemente- por la forma de los afijos. Indica; además; muy acertadamente; que “cada función exige una caracterización aplicable a las más variadas Figuras morfológicas y de cada función básica pueden surgir variaciones y transformaciones...”.