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Dietrich Rall
Desde los inicios de la pragmalingüística; los investigadores se han interesado por lo que se da a entender y lo que se implica en el lenguaje; lo que se entiende y lo que se sobre-entiende. En este contexto; abundan las reflexiones alrededor de la fuerza ilocucionaria de un acto lingüístico; los actos de habla indirectos; las presuposiciones; etc. Partiendo de estas bases; me parece igualmente interesante investigar lo que se entiende cuando en vez de enunciar palabras se guarda silencio. Sabemos que callar también es actuar; como no llevar a cabo una acción; es también actuar. En este sentido; el tema de mi cuestionamiento es; codificando la frase de Austin: ¿Cómo hacer cosas sin palabras? Y aquí no me refiero a medios paralingüísticos y meta-comunicativos como los gestos; la mímica; las reacciones no verbales a actos ilocucionarios. Me interesa la función que puede tener el guardar silencio; el callar en una situación comunicativa. Entre los actos de habla; hay uno muy especial que parece su misma negación: me refiero al silencio como abstención de actuar verbalmente. Lo podemos llamar un “acto de callar”.
