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Olatz González Abrisketa
En 1988 un conflicto entre los jugadores de jai-alai y las compañías propietarias de los frontones en EEUU provocó la huelga más larga del deporte profesional americano. Este artículo analiza las tensiones étnicas que han caracterizado la economía política de los jai-alai en este país. Por un lado muestra cómo el carácter étnico del deporte se mantuvo gracias sobre todo a los intereses económicos de las compañías que administraban los jai-alai. Y por otro lado plantea que los cambios políticos en España tras el régimen de Franco y el denominado conflicto vasco influyeron no sólo el ánimo y la ideología de los pelotaris, sino también las exigencias y formas de protesta que dominaron la huelga del 88. Estas circunstancias transformaron el conflicto en un “juego profundo” en el cual ambas partes arriesgaron aquello que más querían y ambas partes perdieron.
In 1988,a conflict between jai-alai players and fronton owners turned into the longest strike in the history of any American professional sport. This paper addresses the ethnic tensions that characterized the political economy of the jai-alai in the US. On the one hand, it shows that the ethnic character of the sport was maintained due to the economic interests of the companies that managed it. On the other hand, it argues that the political changes in Spain and the Basque conflictin fluenced not only the mood and ideology of the players, but also their demands and forms of protest, which led to the strike of ‘88. These circumstances turned the conflict into a deep game, in which both parties risked what they most wanted, and both lost it.
