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Mario Rodríguez Hernández
Nuestra lectura del poema " Amor América " ( 1400 ) aspira a entenderlo como una práctica escriturial, es decir, no un fenómeno de estilo, sino de enunciación. En este nivel, postulamos la ambigüedad de Canto General en cuanto el emisor del discurso percibe siempre el sentido de fuera del texto, de tal modo que su función es puramente reproductora ( el sentido del texto reside en la historia, en la naturaleza, el mito... ); pero al mismo tiempo, ete sujeto realiza su escritura como un laboriosos proceso de reproducción en el que interviene la mano, el cuerpo.
Luego, el texto oculta la productividad escriturial cuando el sujeto asume la fisionomía del vate ( el que transmite la voz de la naturaleza o el discurso del padre mítico ), pero abre la materialidad de la escritura cuando da cuenta de todo un proceso mediante el cual se producen los signos. Es decir, hay un ocultamiento de la escritura que, siguiendo a Derrida, llamamos " logocentrismo ", y un desocultamiento que muestra un acto de escritura. Podríamos sintetizar afirmando que el sujeto que escribe " Amor América " tiene una conciencia logocéntrica y una práctica antilogocéntrica.
