Laura Pache Carballo
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) se presenta como un narrador que apuesta por la ausencia de fronteras formales; la brevedad se revela como una concepción esencial en toda su producción. Así, en Recuerdos inventados y Chet baker piensa en su arte encontramos una disparidad de textos unificados bajo la concepción de cuento literario. Estas páginas recogen su ideario artístico: Musil, Sebald, Aira, Gombrowicz, Kafka, Beckett, Joyce, Duchamp, Perec, Bolaño, Piglia, Borges... paradigmas que parecen perseguir «las dictatoriales leyes de la narratividad» en busca de algo mejor, algo nuevo, algo «secreto», principio que pretende conciliar la realidad (y su lenguaje caótico) con el vago flotar mudo y barbárico de la ficción.
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) presents himself as a narrator who bets on the absence of formal borders; concision proves to be an essential conception throughout his entire work. Thus, in Recuerdos inventados and Chet Baker piensa en su arte we find a collection of diverse texts unified under the conception of a literary tale. These pages host his compendium of artistic influences: Musil, Sebald, Aira, Gombrowicz, Kafka, Beckett, Joyce, Duchamp, Perec, Bolaño, Piglia, Borges... paradigms which seem to be pursuing «the dictatorial laws of narrativity» in search of something better, something new, something «secret», a principle that aims to reconcile reality (and its chaotic language) with the vague, barbarian and silent flow of fiction.