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En el siglo XXI las representaciones culturales y artísticas de la violencia de género son inseparables de tres fenó- menos muy marcados: el empoderamiento colectivo de las mujeres, el feminicidio y la hipermercantilización y consumo de las representaciones de la violencia de género. Casi en ninguno de los ensayos a continuación la mujer aparece representada como simple y llanamente víctima, sino que, por el contrario, se explora una subjetividad de género más compleja como proceso y producto de una dialéctica con el poder, de una lucha y una resistencia a la violencia y a la muerte. Por otro lado, las identidades de las mujeres empoderadas se definen y se retroalimentan en identidades mediáticas, en el contexto de un mercado globalizado o transnacional para el consumidor también global, donde los medios masivos de comunicación y las redes sociales juegan el papel de forjadores de subjetividades de género. El desafío mayor de un dossier de este tipo consiste en proponer un panorama abarcador y analítico de las luchas discursivas globales en la representación e interpretación de la violencia de género en el contexto de una economía neoliberal, es decir de una episteme y una economía de la violencia de género en el siglo XXI.
