Pedro Mármol Ávila
El presente artículo versa sobre la relación entre el progresivo derrumbe del protagonista de Mortal y rosa, propiciado por la enfermedad del hijo, y la escritura como lugar al que se aferra su expresión dolorida. Conforme las circunstancias se van oscureciendo, la escritura se va convirtiendo en el único medio de liberación, en un necesario reposo que va adquiriendo un carácter obsesivo. Así pues, queda el protagonista, y narrador, unido a la escritura de tal forma que no puede concebir la vida sin ella, lo cual representa un reflejo indudable de la personalidad del autor, Francisco Umbral.