Federico Juan Briante Benítez
El objetivo que perseguimos con este artículo consiste en demostrar que la práctica de sacar animales a la escena, que fue muy habitual durante el Barroco, se mantuvo vigente en el siglo XVIII. Con este fin, hemos llevado a cabo un rastreo de la producción dramática generada en la España de la Ilustración; para ello, nos han resultado de gran ayuda, entre otras herramientas, los principales catálogos existentes sobre el teatro setecentista, como el Catálogo de autores teatrales del siglo XVIII (1993) de Herrera Navarro. Como resultado de dicho rastreo, presentamos aquí una selección de obras, pertenecientes a diversos dramaturgos, algunos más conocidos y otros menos, como José de Cañizares, Manuel Hidalgo, Antonio Valladares de Sotomayor, Manuel Fermín de Laviano, Gaspar Zavala y Zamora, Fermín del Rey, Ramón de la Cruz, Luis Moncín, José Concha, Juan Ignacio González del Castillo, Francisco Luciano Comella, Pablo Esteve y Grimau o Antonio Merano y Guzmán, entre otros. En dichas obras es posible encontrar todo tipo de animales, desde caballos, burros, gatos y perros hasta otros más exóticos, como leones, tigres, elefantes y camellos, algunos de los cuales podían aparecer vivos en el teatro. Pese a ser rechazada por los ilustrados, la intervención de animales en las representaciones dramáticas contaba con el beneplácito del gran público, lo que explica la pervivencia de esta práctica durante toda la centuria.
Our objective with this article is to demonstrate that the practice of bringing animals to the scene, which was very habitual during the Baroque period, continued in the 18 th century. To this end, we have tracked the dramatic production generated in the Enlightenment Spain. For this, we have used, among other tools, the main existing catalogs on the 18 th century theatre, such as the Catálogo de autores teatrales del siglo XVIII (1993) by Herrera Navarro. As a result of this tracking, we present here a selection of works, belonging to various dramatists, some better known than others, such as José de Cañizares, Manuel Hidalgo, Antonio Valladares de Sotomayor, Manuel Fermín de Laviano, Gaspar Zavala y Zamora, Fermín del Rey, Ramón de la Cruz, Luis Moncín, José Concha, Juan Ignacio González del Castillo, Francisco Luciano Comella, Pablo Esteve y Grimau or Antonio Merano y Guzmán, among others. In these works it is possible to find all kinds of animals, from horses, donkeys, cats and dogs to more exotic ones, such as lions, tigers, elephants and camels, some of which could appear alive in the theatre. Despite being rejected by the enlightened, the intervention of animals in dramatic performances had the support of the general public, which explains the survival of this practice throughout the century