La teoría lingüística chomskiana y en concreto su versión más reciente, el llamado Programa Minimalista, nos proporciona constructos teóricos que permiten abordar no sólo el llamado problema de la aprendibilidad del lenguaje (es decir dar cuenta de cómo, pese a la fragmentación e indeterminación de los datos, el niño es capaz de crear una gramática adulta) sino también el dar cuenta de cómo se produce el proeceso de adquisición. A partir de uno de esos constructos, los rasgos, vamos a argumentar que, para poder dar contestación a las preguntas relacionadas con el problema de la aprendibilidad y con el problema del desarrollo, necesitamos no sólo descripciones precisas de los datos de adquisición sino que, además, esos datos pueden proceder tanto del campo de los "teoricones", con el que identificamos a los investigadores que utilizamos el modelo chomskiano, como del campo de los "datosos", en el que situamos a los colegas que utilizan modelos constructivistas o conexionistas. Un ejemplo de como podemos beneficiarnos de análisis de corte chomskiano y de análisis de corte constructivista lo proporcionan los trabajos que se han llevado a cabo sobre los llamados "rellenos monosilábicos" (las vocales átonas que aparecen delante de las categorías sustantivas) del lenguaje infantil. Los constructivistas consideran que esas vocales átonas son los precursores fonoprosódicos de las categorías gramaticales (Sintagma Nominal, Sintagma Verbal) con que el medio lingüístico (por un procedimiento de "instrucción") dotará al cerebro infantil. Los generativistas, por su parte, consideran que esas vocales átonas son indicadores de cómo la dotación genética lingüística, a partir de la prosodia, y por un procedimiento de "selección", permite al niño detectar los desencadenantes que llevan a la especificación de los rasgos formales -semánticos (i.e., referencialidad) o sintácticos (i.e., género)- de que están formadas las categorías funcionales (Sintagma Complementante, Sintagma Determinante) de una lengua dada
Chomskian linguistic theory and specifically the Minimalist Program, provides theoretical constructs which allow us to address not only the logical problem of language acquisition (namely to determine how a child, in spite of the fragmented and underdetermined nature of the input data, is able to create an adult grammar) but also to explain the process of acquisition. Taking features, which is one of the theoretical constructs at the core of the Minimalist Program, as our point of departure, we argue that in order to account for the logical and the developmental problem of language acquisition we not only need accurate descriptions of the acquisition data but also that we can benefit from descriptions provided by both "theorophile" researchers (i.e., those who belong to the Chomskian camp) and "dataphile" researchers (i.e., those who belong to the constructivist or the connectionist camps). The "monosyllabic placeholders" which occur in child data provide an example of how we can benefit from analyses carried out by Chomskian scholars and by scholars working under the constructivist umbrella. According to the constructivists, the non-tonic vowels that occur before substantive categories (Nouns, Verbs) are the phonoprosodic precursors of the grammatical categories (Noun Phrases, Verb Phrases) with which the linguistic environment endows the infant's brain via an "instruction" procedure. From a different perspective, the generativists interpret the same non-tonic vowels as evidence that the child's genetic endowment, via a "selection" procedure, leads him to detect the input triggers needed to specify the formal features -be they semantic (referentiality) or syntactic (gender)- that the functional categories (Complementizer Phrase, Determiner Phrase) of any given language are made up of.