Inmaculada Plaza Agudo
En el presente ensayo se aborda el estudio de dos piezas fundamentales en la trayectoria teatral de Federico García Lorca, Así que pasen cinco años (1931) y Doña Rosita la soltera (1935), desde el punto de vista de los modelos de identidad masculina y femenina que plantean. Partiendo de las concomitancias temáticas y argumentales que existen entre las dos obras, se busca explorar cómo, a partir del drama de los protagonistas, se reflejan las transformaciones que se estaban dando, en la época, en la configuración de los roles de género. Nos centraremos, así, en el modo como el Joven y Doña Rosita, los personajes principales de ambas piezas, se enfrentan al amor y a las relaciones de pareja, aspectos en los que hombres y mujeres han tenido un papel claramente diferenciado y codificado a lo largo de la historia. En última instancia, el análisis permite vislumbrar la crítica que García Lorca realiza a un sistema de género desigualitario e injusto que no deja ningún resquicio de libertad a los sujetos y que impide, por tanto, su plena realización.