En el Auto XI, Pármeno teme que el primer encuentro con Melibea desemboque en peligro, por lo que la compara con una sirena. Sus palabras resultan ser pro-féticas, especialmente si tomamos en cuenta que no solo es él quien muere. Al final, la doncella prueba ser tan fascinante, peligrosa y letal como las sirenas con las que se le compara.