Acceso usuarios
Ethel Barja Cuyutupa
Theodor Adorno en su ensayo "Cultura crítica y sociedad" (1951) concluye que escribir poesía después de Auschwitz es bárbaro e impide por sí mismo ver porqué es imposible escribir poesía hoy. Esta frase ha sido citada y replanteada muchas veces para problematizar el lugar de la poesía respecto a una memoria de la catástrofe. La negación de la escritura de poesía más allá de señalarla como una actividad frívola, señala el carácter irrepresentable de la experiencia traumática, y la condición de complicidad de la palabra con respecto a la brutalidad del holocausto. No obstante, Adorno se retractó y señaló que así como el prisionero está en su derecho de gritar su encierro, también no se puede negar la posibilidad de escribir poesía. Como aclara Yvonne Kyriakides son muchos los matices en la afirmación de Adorno sobre la actividad poética y pasan por una confianza a lo largo de los años en las formas artísticas emergentes como las de Samuel Beckett y Arnold Schönberg, la recontextualización del Holocausto dentro de historias globales, y el impulso educativo contra prácticas genocidas. Según Klaus Hofmann el barbarismo de escribir poemas después de Auschwitz se opone al barbarismo de no escribir poesía después de Auschwitz. La afirmación requiere ingresar en la frase desde una perspectiva dialéctica, por la que la poesía se interna en una contradicción perenne. Es decir, la poesía atravesada por la experiencia traumática se justifica en una crítica inmanente al quehacer poético y sus condiciones de posibilidad. Sostengo que esta postura crítica caracteriza al libro Persona (2017) del escritor peruano José Carlos Agüero que es objeto de mi estudio. A continuación exploro las tensiones entre el ámbito literario y la praxis histórica en el contexto del conflicto armado interno en el Perú (1980-2000), así como la polémica sobre la capacidad de la poesía para confrontar hechos traumáticos. Argumento que Persona es un artefacto-crítico que cuestiona discursos omnicomprensivos sobre la experiencia traumática a través del planteamiento de una definición quebrada. Con el objetivo de definir a la persona traspasada por la guerra, materializa las contradicciones que la rodean con una escritura poética transmedial de estilo fragmentario, conformado por recursos expresivos diversos como la poesía en verso y prosa, la autobiografía, crónica, crítica cinematográfica, comentario literario, mapas, fotografías y dibujos a mano alzada.
